lunes, 27 de octubre de 2008

El cuervo

"Y mi historia no es diferente a la de muchos otros hombres que vivieron rogando a un Dios que existiera.
Y así pues, por consecuencia, existieron al infierno con todas sus llamas y demonios que evitaron por dar verbo al Creador.
Palparon, sin embargo, las quemaduras del pecado, abriendo llagas de pena y miseria en sus pieles, pegadas a los huesos que crujen de miedo y soledad.
Hoy no puedo dormir.
Escucho muy cerca los graznidos del ave que mira de lejos el atardecer, siempre a la sombra del árbol para intentar no ser reflejada por su hermosura, esperando entonces al ocaso y su creación, la noche cómplice, para extender sus alas y volar libre de los ojos de aquel que ilumina la vida que no nació para tener. Que parecidos somos, igual de obscuros, igual de libres."
G.T. Carpio.
Fragmentos de mí.

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