sábado, 28 de junio de 2008

Tan fuera de rango (por si fuera Arjona)

Si digo que una variable matemática corresponde a sólo una parte de tu compleja ecuación, me autonombro incapaz de resultar en tu descifre. Soy un par de números que no corresponden a tu constante, simplemente fuera de rango; un número más que figura dentro de una operación cualquiera. Me resuelvo como un cero, como un falso, como un no.
No seré frecuente sino en sueños, cuando la numeración sea sólo visual, no siga un orden. Seré algo para ti sólo cuando deje de significar una variable matemática que corresponda a sólo una parte de tu compleja ecuación.

domingo, 15 de junio de 2008

De lo que me di cuenta cuando cenaba

Trataré entonces de ser breve y veraz, porque con mis letras diré lo que con palabras no has querido creer.
Es lógico, mujer, que en tu lucidez rechaces lo que con tan poca pena te dije aquel día en que te abrí mi pecho y enseñé mi corazón, que por curioso que suene, tiene grabado tu nombre desde hace tiempo.
Ahora ceno y escribo; dos actividades que repito con redundante placer y, a la vez, trato de no redactar más lo que tanto te digo que te incomoda y hace daño.
He sido ingenuo e infantil; dejarme llevar por mis primeros impulsos, dejar mi lengua correr por letras que juntas son prohibidas; confesar mi pecado. Mi penitencia es conocerte, es que estés cerca de mí; es saber que tan cerca que estás, así de distante te encuentras. ¡Oh! imposible.
Disfruto mi comida aunque apenas la merezco.
Camino por la nieve, descalzo, y sabes de dónde vengo, y ahora a dónde quiero llegar. Miras mis pies sangrantes y quieres curar mi herida buscando a quienes me la han causado; aquellos que te hacen pensar que no puedo seguir mi camino hacia ti, donde el agua es vino y mis pies no duelen más. Veo en mi alma la huella de antiguos amores, marcados con sangre que ya no es mía, y fría como la muerte misma se limpia en el manantial de tu sonrisa.
No hay más dicha que saber que estás contenta. Regocijo, gozo, amor, ternura; es poco de lo que siento cuando te veo por ahí siempre sonriente, alegre, feliz.
¿Qué haré yo en tu vida mas que arruinarla, empobrecerla, liberarla pero destruirla?
Todo cuanto conocíais se esfuma frente a mi reflejo en tus ojos.
No quiero morirte más. Con pesar y cariño tomaré otro rumbo, hacia tu felicidad.