miércoles, 23 de abril de 2008

Trayectos

Me cuesta mucho ver qué trae puesto una mujer porque no soy de vista rápida, además, se puede prestar a malas interpretaciones por la falsa creencia de morbosos escrutinios que supusieran que hiciere. Por eso prefiero ver primero a los ojos que a los zapatos, a los labios que a las faldas y al cabello que a la blusa...
Ya después de ver que no me ve y siento que no la incomodo le miro la ropa, sin detenerme mucho tiempo que su cuerpo se puede dar cuenta y ella voltear. Entonces hago el balance: la elegancia del vestir versus sus rasgos físicos.

Trayectos

Cuando la poca inspiración lo invita a uno a voltear a su alrededor es grande la sorpresa de ver cómo ha cambiado el mundo y más grande es el miedo de saber que ya no se pertenece a él.

Soledad a ratos...

Siempre me ha gustado estar solo a ratos, acompañado sólo de una buena copa de tinto y un mal libro para deveras pretender que leo. Curioso es, entonces, saber que me da pavor la soledad.

Trayectos

He subestimado al sexto sentido de la mujer y al séptimo del marchante que, ambos, han sabido quién sabe cómo que iba a llover y han traído paraguas una para protegerse y el otro para vender. Yo completamente mojado los contemplo y admiro. Apenas me alcanza para transportarme y tal vez comprarme una golosina...
Al parecer necesito caminar en época de lluvias para darme cuenta de que necesito cambiar de zapatos.