Me cuesta mucho ver qué trae puesto una mujer porque no soy de vista rápida, además, se puede prestar a malas interpretaciones por la falsa creencia de morbosos escrutinios que supusieran que hiciere. Por eso prefiero ver primero a los ojos que a los zapatos, a los labios que a las faldas y al cabello que a la blusa...
Ya después de ver que no me ve y siento que no la incomodo le miro la ropa, sin detenerme mucho tiempo que su cuerpo se puede dar cuenta y ella voltear. Entonces hago el balance: la elegancia del vestir versus sus rasgos físicos.
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