martes, 19 de mayo de 2009

La tormenta




¡Ponle voz a ese silencio que gritas con tus ojos bien abiertos!
Me siento intranquilo, desnudo ante mi realidad, atado de manos y pies, cansado ya de intentar safarme de las cadenas que hieren a profundidad mis extremidades.

No puedo solo, estoy tan confundido por el pasado que apenas recuerdo el presente y olvido el futuro.

Pero eres la brisa que dispersa la nube, que cicatriza mis heridas y no he sabido valorarte. Ya no está en ti pues me tendiste una mano firme y afectuosa. Queda en mí recuperar tu corazón pero ¿dónde estás oh luz que iluminaste sus ojos para mí después de tanta soledad y carencias?

Vuelvo a tener miedo de mostrarme como soy pues temo recibir de nuevo el rechazo. ¡Estigma maldito de mi antiguo pecado, márchate de mí, disipa de una vez la tormenta que no puedo navegar estando solo.

Empiezo a vaciarme de aliento y vida, se escapan sin control los últimos respiros y ya empieza a sentirse un corazón pesado y hermetizado al cariño y a la bondad.

Ten piedad de mí oh Dios, que la muerte del alma en vida es la pena más grande que no quiero volver a sufrir.

Perdóname...

lunes, 4 de mayo de 2009

La madre

Y Dios entonces culminó su creación soplándole vida al hombre, a Su imagen y semejanza, dándole como regalo, además de la vida propia, el mundo, el alma y la libertad.

Así, para dar valor a la acción permitió la tentación y la edificación del pecado como la desobediencia a la Ley Natural, a Dios mismo, que contrastaron el amor de la perfidia y enseñaron al hombre a amar obedeciendo.

Pero los daños del primer pecado fueron irreparables. La desobediencia directa a Dios que por Su creación siempre había sido obedecido y respetado, tuvo sus consecuencias catastróficas: el hombre olvidó el idioma que hablaba con Dios y poco a poco fue olvidando también su omnipresencia, su poder y amor infinitos, su gracia y su Ser. Se había quedado sólo por propia voluntad y buscaba nombrar las cosas esperando llenar el vacío que la ausencia de Dios había dejado en su alma.

Pasó tiempo, ese que no se entiende de Dios y que hace del hombre polvo, y hubieron algunos que hablaron Dios con Él y bajaron a la tierra a advertirnos de nuestra ceguera y del error que cometíamos cada vez con más frecuencia. No había forma de entenderles, el idioma Divino se perdió tiempo atrás y los hombres simples, aquellos que no temen al Creador, entendían sólo amenazas y castigos y se alejaban de los Hablantes.

Pero Él que es toda bondad y sabiduría plantó una semilla de redención en quien fuese su primera agravante, ella que conoció el pecado y el arrepentimiento antes que el otro y lo orilló a pecar; ella que probó el contraste entre la vida y la muerte. Es Él quien dice en labios de carne tal vez sedientos, que quien haya faltado contra Él y se arrepienta lo verá y será feliz. Así la hizo un milagro viviente capaz de dar vida después de haber dado muerte. La muestra de Su infinita misericordia.

La frase de mi madre.

"Si tú mides al otro en función de un ideal lo pones en situación constante de defraudarte"

Lo oí de mi madre, pero no sé de quién sea en realidad. Como buena madre, guarda en su corazón (y en su clóset) todo lo que sabe que le va servir a un hijo.

De cuando quería escribirte pero me distarían tus fotos...

Teniendo tantas cosas en la cabeza siempre es bien difícil empezar a escribir, pero teniéndote a ti y a esas tantas cosas, es casi imposible.